Flores nunca vistas nacen de mi corazón casi apagado,
desierto, son extrañas y retorcidas, mórbidos rostros
se forman bajo la sombra perecedera de sus espinas,
sus tallos crecen en forma de espirales delirantes.
Flores negras con olor a muerto atraen pequeños
insectos, pequeños carroñeros, ángeles de chatarra
que comen mi carne hasta acabar con la enferma saciedad
de sus estómagos, sus oscuros labios pronuncian palabras
ya olvidadas que me llenan de nostalgia.
La lluvia provoca a mis flores llorar, el viento del atardecer
se lleva las suaves notas del murmullo de sus melancolías,
quisiera que estuvieras aquí para llevarte todo este dolor,
para quitarme toda esta muerte y tristeza de encima.
Sin ti los dulces ya no se esconden dentro de esta encarnación
a la que llamo vida, solo me quedan flores negras con olor a cadáver.
desierto, son extrañas y retorcidas, mórbidos rostros
se forman bajo la sombra perecedera de sus espinas,
sus tallos crecen en forma de espirales delirantes.
Flores negras con olor a muerto atraen pequeños
insectos, pequeños carroñeros, ángeles de chatarra
que comen mi carne hasta acabar con la enferma saciedad
de sus estómagos, sus oscuros labios pronuncian palabras
ya olvidadas que me llenan de nostalgia.
La lluvia provoca a mis flores llorar, el viento del atardecer
se lleva las suaves notas del murmullo de sus melancolías,
quisiera que estuvieras aquí para llevarte todo este dolor,
para quitarme toda esta muerte y tristeza de encima.
Sin ti los dulces ya no se esconden dentro de esta encarnación
a la que llamo vida, solo me quedan flores negras con olor a cadáver.