lunes, 8 de octubre de 2012

En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Insano

"Cantamos porque hay esperanza, porque hay esperanza"
 Cantos desafinados lúgubres, oscuros de ancianas a las afueras
 de una negra iglesia, el sacerdote lombriz devora filicamente
 la inocencia de cuerpos blancos e infantiles.

"Cantamos porque hay esperanza, porque hay esperanza"
 No... La esperanza murió, hace mucho, mucho tiempo, tanto,
 que ya no recuerdo si alguna vez la hubo, solo puedo recordar,
 gritos inocentes, gritos de madres y cadáveres de niños.

"Cantamos porque hay esperanza, porque hay esperanza"
 Torturan mi cerebro estos negros recuerdos, recuerdos negros,
 y canciones sin voz, sin tono, sin pasión, solo letras detrás
 de letras formando palabras, formando oraciones...

 No hay ningún sentido para este mórbido festín de candor,
 labios retorcidos de lombriz sacerdotal succionan la medula,
 con morbo y sopor mientras monjas, madres, mujeres, niñas...
 Rezan palabras muertas ante el sagrado sadomasoquismo de un dios
 estéril, besan la mano del sacerdote, y su mano hiede a iglesia,
 hiede a cadáver, hiede a sexo inocente arrebatado por la sagrada palabra...
 de dios...
 de dios...
 de dios...
 En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Insano.
 La trinidad a rendido sus frutos, pues solo veo borregos bebiendo sangre
 y royendo el cuerpo de su salvador.

"Cantamos porque hay esperanza, porque hay esperanza"
 Cadáveres de niños bajo mis pies gritan en ecos que retuercen el alma,
 las ancianas ciegas siguen cantando en desafino a las puertas de la iglesia,
 escucho los gritos mezclados con las lúgubres voces.

 Pido a Dios despertar de esta ruin y desagradable pesadilla, pero Dios...
 Esta Muerto!!!!
 Bailamos sobre su tumba una cálida noche de Verano.  

 En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Insano se consuma este delirio
 con sabor a hostia, impregnada de sangre inocente

"Cantamos porque hay esperanza, porque hay esperanza"

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