Muchas veces he de pelear,
bajo un cielo lleno de
cicatrizes de fuego,
bajo un cielo oscuro
lleno de misterio.
Las lagrimas se arremolinan
en mis ojos, pero no caen,
mis heridas abriertas
lloran por mi, la sangre
fluye.
Las cicatrizes quedaran,
marcas de mi fragil
humanidad,
guerras marcadas en mi piel.
Años amargos como la miel.
Los arboles se quedan sin hojas,
yo quedo sin fuerzas,
debil me sostengo,
luchando contra mi mismo,
luichando contra
mis enemigos.
Las piedras y las balas
nos persiguen,
los enemigos aun siguen
llegando de cualquier
luagar.
Escondidos en las trincheras,
aguantando la represion,
peleando a nuestra manera...
Soldados sin nombre, ni
batallon, soldados renegados
soldados que somos odiados...
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