Desperté esta mañana,
mis ojos no veían
ni el reflejo de tus palabras.
Abre poco a poco el silencio
junto con la mañana,
las palabra se alejan de mi y
de ti.
Un hueco en mi pecho,
susurros es mi voz,
ceguedad mis ojos,
recuerdos incautos llegan
amenazando mi locura.
Las Flores se marchitan
en las puertas de mi imaginación.
Nubes en el cielo, música en mis oídos,
llanto en mis ojos,
balbuceo palabras sin sentido,
hiriendo los sentimientos
caídos de un ángel.
Desperdicio el sentir humano,
soy antipático y febril,
decadente y enfermizo,
exangüe y nunca amenizo
la situación incomoda de la tristesa y/o Soledad.
Mis versos negros aun hieren
la inocente cubierta del angel
oculto tras la sombra de tus
alas negras.
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