Todo regresa en forma de dolor, cuando te distraes
por breves momentos cierro los ojos
y llegan a mi recuerdos de vidas pasadas que viví en
esta misma junto a ti.
Hay fuego en mis labios después de morder la fruta
prohibida de tu cuerpo, me daría miedo
dormir junto a alguien que no haya sentido miedo
al vivir.
Una mañana tome el martillo y saque los clavos de mis
manos, de mis pies, de mis ojos y de mis años,
abandone el dolor pues me di cuenta que nunca obtendría
el perdón.
Ojos dilatados y callados como agujas esperando
el momento de inyectar mentiras sobre
la parte débil de la piel, me están observando mientras
el diablo susurra suavemente detrás de mis oídos.
No tengo miedo a volar, tengo miedo de amar sin contar
las horas antes de que vuelva a morir, detrás
de mi corazón yace la raíz de un árbol, cortare su fruto
y lo ofreceré en sacrificio.
Nunca obtendré el perdón, borro en cuenta regresiva
las palabras que aprendí cuando me enseñaron
a mentir sobre mis pecados, ahora estoy orgulloso de mi
miedo pues se la verdad y no tengo miedo de morir.
por breves momentos cierro los ojos
y llegan a mi recuerdos de vidas pasadas que viví en
esta misma junto a ti.
Hay fuego en mis labios después de morder la fruta
prohibida de tu cuerpo, me daría miedo
dormir junto a alguien que no haya sentido miedo
al vivir.
Una mañana tome el martillo y saque los clavos de mis
manos, de mis pies, de mis ojos y de mis años,
abandone el dolor pues me di cuenta que nunca obtendría
el perdón.
Ojos dilatados y callados como agujas esperando
el momento de inyectar mentiras sobre
la parte débil de la piel, me están observando mientras
el diablo susurra suavemente detrás de mis oídos.
No tengo miedo a volar, tengo miedo de amar sin contar
las horas antes de que vuelva a morir, detrás
de mi corazón yace la raíz de un árbol, cortare su fruto
y lo ofreceré en sacrificio.
Nunca obtendré el perdón, borro en cuenta regresiva
las palabras que aprendí cuando me enseñaron
a mentir sobre mis pecados, ahora estoy orgulloso de mi
miedo pues se la verdad y no tengo miedo de morir.
mmmmmm interesante o_0
ResponderEliminarHola; he conocido tu blog por el 20 Minutos; me ha gustado mucho esta entrada...
ResponderEliminarPor mi parte me gustaría decir que, en ocasiones merece la pena dejar de mirar atrás...
Al melancólico sólo puedo decirle una cosa: “Mira a lo lejos”.
Ser feliz es un deber; hacia ti y hacia los demás.
No difícil no es estar triste sino ser feliz.
Un saludo,
Jose
PD: Si quieres saber algo más de los libros que hay detrás de estas citas, no dudes en entrar en:
http://josearnedo.blogspot.com/