El Metro (parte 2)

La Oscuridad el Túnel
 Hora desconocida

Dentro de la oscuridad. se escucha la agitada respiración de una mujer, corre por el túnel del metro buscando uno de los respiraderos, las piedras bajo sus zapatos casi la hacen caer, pero el temor la impulsa a seguir corriendo, comienza a percibir el aire fresco cuando una rata cruza con su pie y la hace caer por fin de su valeroso intento por salvar su vida... cae arrastrándose por lo menos un metro, sus rodillas se raspan al igual como sus manos y parte de su cara, de momento una pesada sombra cae sobre ella.

"La Piel Blanca sera el Lienzo"
-Que me vas a Hacer?- pregunta con un hilo de voz a causa del terrible miedo, una mano fuerte y gruesa la toma por el cuello, la levanta y ella siente como casi queda sin respiración.

-La belleza, eso es lo que busco, cada ojo la percibe de manera distinta, para mi, la concepción de "belleza" es bastante amplia y lo que haremos sera querida mía algo fantástico.- contesta Bardo
-Dejame ir por favor-suplica la mujer entre lágrimas

-No te preocupes seras parte de algo hermoso- le dice Bardo de forme reconfortante -seras algo que nunca creíste ser- dice con una sonrisa en el rostro, la contempla por un momento pero la luz no es suficiente, la levanta en su hombro y la lleva al respiradero para contemplarla con la débil luz del exterior, camina por unos breves instantes, una vez ahí, la mujer siente la desesperación opresiva que le causa el hecho de haber llegado a tan pocos pasos del respiradero, una lágrima llena de sufrimiento cae de sus ojos, Bardo nuevamente toma a la mujer del cuello y la eleva, a través de las rejas del respiradero, la mujer ve las agónicas estrellas "esta amaneciendo, cuanto tiempo corrí?", el sol esta naciendo nuevamente, un sol rojo y cobrizo, como si se hubiese alimentado de la sangre de las victos de Bardo.

-Querida ves esas estrellas? En este momento tu belleza es igual a la de ellas, te has convertido en un nuevo astro que reinara el cielo, dime, Acaso la demás gente no Ofrecería su vida por ser parte de algo tan inmenso? La verdad yo creo que si- la mujer no dice nada, solo observa el cielo mientras se deslizan las lágrimas por su rostro.

-En serio me comparo con esas estrellas?

-Si ahora eres tan bella y majestuosa como ellas, solo es necesario este pequeño sacrificio y seras inmortal, seras la envidia de los dioses, pues nisiquiera ellos pueden aspirar hacia algo tan puro.-El rostro de la mujer se llena de rabia.

-Eres un Pendejo!!!!!!- La expresión de Bardo cambia de una gran serenidad a un hastió inmenso

-Acaso no te das cuenta de lo que te estoy ofreciendo?!? Es algo único.

-Ya callate no dices mas que estupideces.-  la mujer ve pasos sobre las rejas del respiradero y lanza un grito desesperado y lastimero, inmediatamente Bardo aplica una gran presión sobre el cuello de su víctima ahogando totalmente el grito.

-No sabes la oportunidad que has desperdiciado.-Dice mientras saca una de su rasgada gabardina saca una especie de cuchilla, observa los ojos casi desorbitados - Al diablo le hará bien deborar tu candor.

Bardo suelta a la mujer e inmediatamente antes de que toque el suelo en un rápido instante corta fibra a fibra su cuello, en este breve periodo el observa lentamente como se abre paso la piel y se desborda de manera sublime la sangre carmesí, el cuerpo cae con leves movimientos involuntarios y estertores guturales, la cabeza cae lejos del cuerpo, Bardo la levanta y ve como los ojos aun segrgan lágrimas "para algo debe servir, detesto desperdiciar algo tan bello" abre su mochila y deposita la cabeza dentro, mira a su alrededor "pues bien no queda mas que hacer" sin mas se retira de la escena hacia la oscuridad el túnel.

FIN de la segunda parte

...para saber como inicio todo Visita: El Metro(parte 0) y Prefacio a La Historia de un Asesino