Bajo un árbol contemplo las hojas
marchitas
Cayendo sobre el tiempo, caminas
frente a mi
sin miedo, me observas, cierro los
ojos y veo
tu silueta brillando color neón
sobre mis ojos
negros.
Recoges las hojas marchitas de mi
corazón
mientras lanzas susurros al viento
de la noche,
escucho tu deseo de conocer a un
vampiro
de ojos oscuros.
El perfume de tu cuerpo me
atraviesa como
una flecha, despierta mi deseo, tus
labios
sonríen e imagino el sabor dulce de
su pureza.
La luna se pone sobre la media
noche, tus palabras
me invitan a probar tu sangre,
siento el latido fuerte
de tu corazón.
Quiero darte vida eterna para que
te quedes siempre
junto a mi, sin pensar en el
infierno que se desate por
derramar el elixir de tu
sangre.
Amanece suavemente y veo tus alas
desplegarse,
siento un dolor al verte partir
hacia el sol pues ahora
se que nuca podras quedarte junto a mi.
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