Amargante

Por las noches rompes una y otra vez mi corazón,
al amanecer bailas sobre mis restos como una ninfa
jugando bajo la luz del sol que me condeno a devorar
cenizas por toda la eternidad.

Brujas, muertos y Diablos se alejan de las lágrimas
llenas de sal, por miedo a llorar, por miedo a volverse
cenizas, la sal de tus labios me quema como agujas
hipodérmicas de sol.

Despierto al atardecer cuando el sol se duerme bien
oculto por temor a que los años de ira destruyan el
firmamento, alejate de mi antes que destruya tu cuerpo,
antes de que se quemen todos tus sueños.

Me puedes condenar al frió de los labios muertos,
me puedes condenar al maldito vació, pero sabes
que nunca obedeceré tus palabras, quiero quemarte
como el negro sol, llenarte de dolor, destruir todo a
mi alrededor y sumergirlo en la oscuridad de la muerte.

Por las noches intento robar la sangre de las musas, pero
ya todas se han perdido entre los labios de la muerte, me
siento esta noche sobre los fragmentos de mi corazón

contemplo la marcha de los gusanos que devoran ese mundo
que alguna vez nuestros ojos crearon.